sábado, 15 de diciembre de 2007

MUESTRA AMBULANTE 4

UNA LÁMPARA EN EL OCÉANO DE ALGO
Desplazarse. Moverse. Cambiarse.Un río intenso que fluye y no estatiza. Un río inmenso en las esquinas: que grita, que vuelve, que va.Lazos. Puentes. Urbanautas que se desplazan de un lugar a otro con los gestos adquiridos en los caminos: la debilidad, la fuerza. Grupos enteros se nomadizan como señales de un viento. Se escuchan: tesoros... febriles; divinos... temblores!!Viajar en la ciudad. Construir el viaje en la baldosa. Uno y todos y el sol que regresa de a momentos como una llama de la no-razón.Hay una orquesta en la cara de la luna. Hay una orquesta en la palma de la mano. Un mapa que nombra. De la calle seca, áspera, con charco, pero de la calle al fin es que surgen estas canciones. No son más que sentir, develar, darse ánimo. Ser solos y nuevos, pero sobre todo ser otros.
DERIVAR

Contra la circulación. Derivar es vagar, perderse en la ciudad. La posibilidad de construir ciudades móviles, ciudades encima de otras ciudades, ciudades superpuestas a otras ciudades, ciudades que los actores cambian todo el tiempo de lugar en la medida que las referencias espaciales para orientarse van mudando de lugar a medida que avanzan en la exploración-experimentación. “Perderse” hasta perder el tiempo, hasta descubrir nuevos recovecos en los espacios que hasta ayer sabíamos de memoria. Perderse y mapear una cartografía paralela, loca, que nos invita a seguir perdiendo el tiempo, a colgarse, a quedarse papando moscas, boquiabiertos, extasiados. Fluir será el modo incorrecto de ir forjando una sensibilidad saltimbanqui, pero también, y acaso por eso mismo, la manera de llamar la atención de aquel vecino siempre alerta, atrincherado, enjaulado, paranoico, que sólo percibe al otro a través de su televisor o el parabrisas de su coche.
La aventura: más allá de la realidad.
No se trata de interpretar sino de transformar. Por eso el formato realista no agota nuestras expectativas. Estar en el barrio no significa necesariamente que haya que habitarlo con el lenguaje de todos los días. La muestra ambulante no subestima a los vecinos. Pero la Muestra ambulante quiere ponerse más allá de la literalidad televisiva a la que solemos acostumbrarnos. No intentamos llamar las cosas por su nombre sino encontrarles nuevos nombres a aquello que vamos tanteado entre todos.
ERRANCIA

Del centro a la periferia, de la galería a la verdulería, es nuestra consigna. Primero fue la enrancia (ambulancia), desencajar el arte de la vitrina, ponerla más allá de aquellos espacios que nos convocaban sólo como espectadores. El museo es una burbuja sin oxígeno., cada vez más asfixiante y, para colmo, un lugar lleno de goteras. El museo es un espacio monótono que se dispone para la repetición. Cuando entramos a una galería nos movemos como si estuviéramos autotransportados en una cinta de montaje. De un cuadro vamos pasando a otro cuadro y así hasta terminar la serie. Una forma de caminar que nos recuerda el lugar de espectadores que tenemos asignado. Como dijo Christian Ferrer, “hay exposiciones y hay expos. Las hay universales, las hay coloniales, las hay de gira en gira -de ciudad en ciudad-, las hay para todos los gustos; a veces, muy pocas, nosotros mismos nos exponemos, y hay (época ubicua la nuestra) exposiciones. Pero nunca antes habíamos conocido una exposición fragmentada que circulara por una ciudad, soslayando esa reserva ecológica para pintores llamada galería. Una muestra intermitente e inmejorablemente pública. Una muestra nómade. Las cosas, los cuerpos y las palabras se mueven, intercambian y transmutan constantemente. El fundamento mismo de la creación es nómade.”





INVITACIÓN A LA AVENTURA

La Muestra Ambulante es una invitación a la aventura, a correrse del lugar asignado, pero también a demorarse en aquello que desapercibimos cuando pasamos con tanta rapidez que ya no alcanzamos a distinguir y mucho menos a reconocer al otro.
La Muestra es una invitación en voz alta a encender la curiosidad, a transitar por un mapa especial, a entender cada una de nuestras postas como puentes o garitas, balizas dónde apoyarnos para luego proseguir la marcha, toparse con un pintor, un escultor, un actor, una mujer y un hombre con palabras y oficios, un libro objeto, un juguete, un dibujante, una bailarina, un juguetero, un molinete que extrañamente aún perdura sobre la vereda. Otra oportunidad para que los vecinos apaguemos el televisor y vayamos al encuentro. Una muestra ambulante entonces es una invitación a derivar y a encontrarse. Una muestra que nos obliga a desplazarnos, a buscarla y trazarla, recorrerla y construirla a la vez. Poner en diálogo los lenguajes, salirse de los andariveles definidos, tensar los límites que nos separan, atravesarlos de la mano de pintores, músicos, actores, bailarines, poetas, jugueteros, saltimbanquis, fotógrafos, titiriteros, magos, de nuestra ciudad y de otras partes del país.

INAUGURACIÓN DE LA MUESTRA AMBULANTE 4
LILIANA HERRERO y XIMENA VÍLLARO
sábado 24 de noviembre



En la prueba de sonido...














Liliana y Ximena, un encuentro increible!!

1 comentario:

  1. Impresionante el laburo de los chicos. Quería pedir tu autorización para incluirlos en una guía de actividades que acompañará a un juguete artesanal que estamos preparando con mi marido. Trabajo en el Instituto Vocacional de Arte de la Ciudad de BUenos Aires y tengo publicados algunos cuentos. Te escribo desde el blog de mi hija.
    Veo que te escribió Delius y que tenés un vínculo a su blog. Con la Lozupone somos medio amigotas. Espero tu respuesta. Anahí Rossello

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